En medio de un mar de mentiras y contradicciones, transcurre la última etapa de su administración de Alfonso Esparza al frente de la BUAP, resistiendo al vendaval de acusaciones, y al mar de corrupción, que ha construido el rector de la máxima casa de estudios del estado, en el completo desamparo, con la salud menguada, con la soga al cuello y con más pena que gloria.
Las contradicciones más evidentes de las últimas semanas, se han constituido en su discurso oficial, el contraste de los hechos, la realidad que lo golpea todos los días, y sus órganos internos para combatir ficticiamente, el acoso y la violencia contra las mujeres y la carabina de Ambrocio; creando un protocolo patito contra la discriminación y violencia de género en la BUAP.
Dicho protocolo, sólo ha servido para de manera vulgar acusar falsamente a un maestro de masturbarse, para dirigir ataques contra sus enemigos enlodándolos (como acostumbra su guardavalla, el panista José Carlos Bernal), para exhibir a sus detractores, siendo usado como garrote político y no para la misión a la que se concibió la creación de ésta instancia universitaria.
Tal es el caso, de otro de los protegidos del hoy tristemente célebre Eukíd Castañón; el doctor Rafael Sánchez Vázquez, académico de la facultad de derecho y ciencias sociales de la BUAP, quien se ostenta ante todos falsamente como el encargado de despacho, del inexistente Instituto de investigaciones Jurídico-políticas de la BUAP, que agredió verbal y psicológicamente a la académica Jackeline Centeno Trejo, y al hoy ex alumno Paulino Carlo Aguilar Galindo, y del que éste órgano de relumbrón, no ha hecho nada por defenderlos.
Resulta que éste sujeto, quien maltrata a cuanta persona se cruza por su paso en la facultad de derecho, goza de total impunidad, defensa y cobijo por parte de rectoría en la BUAP, pues además de haber sido señalado de plagiar un artículo para la revista jurídica de la BUAP, al ex magistrado Manuel González Oropeza; ha sido señalado de múltiples atropellos de todo tipo, y hacen ver que la estructura de Eukíd Castañón al interior de la BUAP, goza de cabal salud.
Además de ello, resulta que el mentado instituto de investigaciones jurídico-políticas, nace del centro del mismo nombre, pero al mismo igualmente le han embarrado en la cara la inexistencia como tal, con la terrible irregularidad administrativa, de que le han destinado presupuesto para organizar simposios jurídicos, con gastos de evento y viáticos, asunto que no ha quedado claro del todo, y por lo que le han iniciado una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, marcada con el número CNDH/002/20158520, misma que la mandaron a la congeladora por intervención de Eukíd Castañón y el extinto Rafael Moreno Valle.
Dicho Morenovallista, fue denunciado ante los órganos internos correspondientes, desde el primero de septiembre del 2014, sin que nadie le haya tocado un pelo, lo cual genera una de las cientos de contradicciones de Alfonso Esparza Ortiz, pues mientras se pavonea de que ha combatido eficazmente el acoso y la discriminación; deja en total indefensión e impunidad, los actos cometidos por Rafael Sánchez Vázquez, en contra de la académica Jackeline Centeno Trejo y el hoy ex alumno Paulino Carlo Aguilar Galindo.
La contradicción y el ridículo del “radio pasillo” del tío Ponchito.
Ante el evidente enfrentamiento, del rector de la BUAP en contra del mandatario de estado Luis Miguel Barbosa Huerta, por negarse rotundamente a la necesaria transparencia y rendición de cuentas, el rector de la BUAP y su equipo de esbirros, hicieron correr la especie, de que había “movido” sus influencias, con tal pericia, que el mandatario poblano el sábado pasado, iba a ser tratado con la punta del pié por el presidente de México, asunto que no sucedió así, pues Andrés Manuel López Obrador, se desvivió en parabienes, celebrando la evidente mejoría de la salud de Barbosa Huerta, hecho que lo hizo quedar a Esparza Ortiz, en el más profundo de los ridículos.
La contradicción de la línea de los medios afines al tío Ponchito
Capítulo aparte merecen los medios amanuenses del rector de marras, quienes traen el discurso de que Mario Mendívil, quien fuera apoderado (o, ¿dueño…?) de Lobos BUAP, vendiera la franquicia estafando al SAT, a la BUAP, a la comunidad universitaria, a la asociación de amigos de la balalaica, a la asociación de la vela perpetua, a Dios padre, Dios hijo y Dios espíritu Santo; por lo anterior cabe destacar, que aun permitiendo sin conceder, el hecho de que fuera cierto, cabe la pregunta: ¿qué no acaso fue del todo irregular lo sucedido con Mendívil de tal suerte, que implícitamente tiene responsabilidad, legal, penal y moral Alfonso Esparza por permitir la entrada a la BUAP, de supuesta, tremenda ratota…?, ¿quién lo metió a la BUAP; no fue acaso Alfonso Esparza y por ello tiene responsabilidad legal y culpa?.
La contradicción de los “Ponchibots”
Finalmente hay que destacar la actuación de los “ponchibots”, que actúan bajo las órdenes del panista José Carlos Bernal (“Cheché”, para los cuates), que han inundado de falsas acusaciones la sección de comentarios de mis columnas y que me matan de la risa, pues de todo de lo que se ufana José Carlos Bernal es FALSO, ya que es profundamente cobarde y miedoso; tanto, que la última vez que lo encontré en la calle, iba yo caminando con bastón, y al verme, corrió como un niño, y prefirió darse la vuelta a la manzana, que mirarme a la cara; por lo que aviso a mis 5 lectores (según el Cheché ese es el número de los que consultan mis columnas), que a la próxima entrega, daré datos y cifras exactas de las observaciones de la auditoría superior de la federación, el monto de los pliegos de observaciones, y el nombre del diputado federal de la 4T que está ayudando a Esparza, para allanar su cuenta pública.