El pasado lunes, la máxima Casa de Estudios llevó a cabo la renovación de su Consejo Universitario, con fallas menores que fueron subsanadas.
Con este proceso ya nadie detiene la reelección de la rectora Lilia Cedillo, quien también cuenta con el visto bueno del gobernador Alejandro Armenta.
Y es que Cedillo Ramírez, salió fortalecida del paro estudiantil del mes de marzo, por lo que existen todas las condiciones para que continue otro periodo en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
La elección del máximo órgano de representación de la BUAP se realizará de manera presencial, y en algunas de manera electrónica en las 25 unidades académicas de la universidad.
Fue el 14 de mayo, cuando inició el periodo de campaña de los candidatos a Consejeros Universitarios en la BUAP, y concluyó el 23 de mayo.
La BUAP, renovó el pasado lunes 26 de mayo a sus 179 consejeros universitarios, en una jornada que se realizó sin el mayor problema de las 8:00 de la mañana, hasta las 20:00 horas.
Con este proceso, aunado a la trayectoria y logros de Lilia Cedillo no dejan lugar a duda, tiene el camino libre y allanado hacia la reelección.
Su capacidad no está a prueba, ya que ha logrado sortear grandes retos como fue parte de la pandemia del COVID, así como el paro estudiantil de 37 días con trasfondo político.
Quienes piensan que recién comenzó a consolidarse el rumbo, olvidan que, desde el inicio de su gestión, todos los rectores de la BUAP, han comenzado a cimentar esa senda.
Y evidentemente, Lilia Cedillo no podía ser la excepción.
Sus logros son amplios y sólidos. En principio porque logró la construcción y puesta en operación de CU2.
Esto en tanto que ha mantenido una relación sólida y estrecha con la administración estatal y las municipales, primordialmente con el Ayuntamiento de Puebla, lo que le ha permitido un sano desarrollo en el ejercicio de su rectoría.
Además, por supuesto de la ampliación y mejora de la infraestructura con que cuenta la BUAP.
En el plano interno destaca la forma en la que enfrentó y saco adelante las negociaciones del movimiento estudiantil que paralizó a la BUAP, en los primeros meses de 2024.
Un movimiento que lejos de debilitarla, le permitió fortalecer la identificación y cercanía que tiene como rectora con la comunidad universitaria, en cualquiera de sus esferas.
Un elemento que no se debe perder de vista es que la rectoría de Lilia Cedillo estuvo marcada por el COVID, lo que llevó a la BUAP a mostrar su capacidad de resiliencia e incluso ampliar su capacidad y oferta académica.
Las expresiones de respaldo mostradas a la rectora Cedillo, en la presentación de su Tercer Informe de Actividades, así como la forma en la que su presencia es saludada entre la comunidad universitaria en su transitar cotidiano, son un claro reflejo de su nivel de aceptación.
De ahí que, desde ahora, se considere al interior de la comunidad universitaria que difícilmente, en agosto próximo, cuando se abra el proceso sucesorio, Lilia Cedillo pudiera inscribirse en solitario.
En resumen, todo encaja a favor de Lilia Cedillo para que sea reelecta para un segundo periodo como rectora de la BUAP.
Lilia Cedillo fue pionera en el tiempo de mujeres que se vive en el plano nacional; en 2021, se convirtió en la primera rectora de la BUAP, respaldada por una votación histórica que superó el 68 por ciento de participación de la comunidad universitaria, que la eligió para el periodo 2021-2025.
La semana pasada la rectora Cedillo, tuvo una reunión con el gobernador del estado Alejandro Armenta para anunciar un evento deportivo, pero el encuentro fue más un tema de respaldo gubernamental que otra cosa.
Hoy, a dos casi dos meses del paro universitario, Lilia Cedillo tiene el control total de la BUAP y no existe oposición alguna que le impida una reelección sin el mayor problema.
GRACIAS Y NOS LEEMOS EN LA SIGUIENTE ENTREGA…


