POR MC. HÉCTOR GATICA GUEVARA
Cuando hablamos de disciplina en el deporte, muchos padres y entrenadores imaginan castigos, gritos o rutinas militares. Pero en realidad, la disciplina deportiva es el pilar que sostiene mucho más que un partido: es la base para una vida ordenada, responsable y comprometida.
Y sí, aquí viene el sarcasmo necesario: ¿qué casualidad que los adultos que nunca practicaron deporte con regularidad, que jamás sintieron lo que es entrenar tres veces por semana, respetar horarios y cumplir con un equipo, sean justamente los mismos que hoy llegan tarde al trabajo, que cambian de planes a último minuto y que se justifican con frases como “se me atravesó algo”?
¡Vaya sorpresa!
Porque, aunque no se diga con todas sus letras, el deporte no solo enseña a correr más rápido o meter goles, enseña algo mucho más valioso: a respetar reglas, a organizar el tiempo, a cumplir con compromisos y a entender que, si fallas, no fallas tú solo, fallas a un equipo.
EL PROBLEMA: UNA SOCIEDAD SIN DISCIPLINA
La Mixteca poblana, como muchas regiones del país, está llena de talento deportivo. Niños y adolescentes que corren, driblan, saltan y anotan como verdaderos prospectos. Pero también está llena de casos en los que el potencial se desperdicia porque no hay constancia, porque nadie les enseñó que la disciplina es el boleto de entrada al éxito, tanto en la cancha como en la vida.
Si un joven abandona el entrenamiento por flojera, si falta a un torneo porque “tuvo sueño” o si llega tarde porque “se le pasó la hora”, no solo está perdiendo la oportunidad de crecer como atleta, está cultivando el mismo hábito que lo perseguirá en la vida adulta: la irresponsabilidad.
Consejos para sembrar disciplina desde pequeños
- Padres, la puntualidad empieza en casa
 
Si los papás llegan tarde a recoger al niño o justifican que falte al entrenamiento por cualquier motivo, ¿qué mensaje le están dando? Que el deporte es opcional. Error: la disciplina se aprende cuando el deporte se vuelve parte del calendario familiar, no un pasatiempo descartable.
- Entrenadores, menos gritos y más estructura
 
La disciplina no se trata de infundir miedo, sino de crear rutinas claras: horarios fijos, objetivos semanales y seguimiento real. El niño debe sentir que su esfuerzo tiene continuidad, no que entrena cuando se acuerda el profe.
- Niños y adolescentes, el compromiso es con ustedes mismos
 
Que entiendan desde temprano que cada falta, cada retraso y cada desinterés se pagan. No hay excusa mágica: sin disciplina, no hay progreso.
PROPUESTAS PARA FORTALECER LA DISCIPLINA EN LA REGIÓN
Torneos comunitarios con reglamentos estrictos de asistencia y puntualidad. Que falte el menos disciplinado y que juegue el que cumple.
Escuelas deportivas con seguimiento académico-deportivo. No separar la educación escolar de la deportiva, sino integrarlas como un mismo plan de vida.
Padres y entrenadores en alianza. No es pelearse por quién tiene la razón, es remar en la misma dirección para que el niño entienda que la disciplina es un valor universal.
CONCLUSIÓN DEL ESPECIALISTA
La disciplina en el deporte es mucho más que entrenar duro: es aprender a vivir con responsabilidad. No formarla desde pequeños es condenar a los jóvenes a repetir los vicios de los adultos que nunca la tuvieron.
Y aquí lo digo como formador y metodólogo deportivo:
“El talento gana partidos, pero la disciplina forja vidas. Entrenar músculos es bueno; entrenar carácter, obligatorio.”
Héctor Gatica Guevara
Especialista en formación deportiva integral y metodólogo deportivo


                                               
                    
                    
                    
                    
                    
                    
                    
							 
							 
							 
							 
