• 19 de enero de 2025

Izúcar y la Mixteca en la lucha por la Independencia de México

El amor  que profesamos a nuestra Patria, nos hace venerar y admirar a nuestros héroes, quienes entregaron su vida por darnos Independencia y Libertad; es por ello que debemos sentirnos orgullosos de que estas tierras hayan sido escenario importante en la Lucha por la Independencia, en la que hombres de la talla del Generalísimo José María Morelos y  Pavón, Mariano Matamoros , Vicente Guerrero, José María Sánchez de la Vega, Hermenegildo Galeana, Mariano Antonio Tapia; así como Leonardo y Nicolás Bravo, fueron guiados por el ideario de Don Miguel Hidalgo “El Padre de la Patria”, quienes lucharon para abolir la esclavitud, por buscar mejores condiciones de vida a través de la insurgencia, que tuviera como bastión importante a nuestro estado de Puebla; pero sobre todo el Valle de Matamoros; en donde no se pueden negar los dos intentos fallidos de los realistas por recuperar Izúcar; el primero de ellos fue el 17 de diciembre de 1811 y el segundo el 23 de febrero de 1812.

Estas muestras de valor  y arrojo de nuestros héroes y de los mismos  pobladores que ofrecieron su vida por heredarnos  estas tierras de la Mixteca Poblana , nos deja como ejemplo, que revaloremos la historia de nuestra Patria Chica, y al mismo tiempo, nos lleva al compromiso de ser mejores ciudadanos, de ser mejores servidores públicos; porque es ahora cuando nos toca luchar, pero ya no con armas, sino trabajando por esta tierra que nos vio nacer, por esta Heroica Ciudad  de Izúcar de  Matamoros que  como madre amorosa nos ha cobijado. Porque es el patrimonio de nuestros hijos, porque es nuestro presente, y que al valorar los siguientes hechos histórico registrados durante la Independencia, aprenderemos a planear un mejor futuro. Por lo que en el marco de los festejos correspondientes al 210 Aniversario del Inicio de la Independencia de México y muy en especial que en este 2020 festejaremos el 195 aniversario en que nuestra querida Izúcar  es elevada al rango de Ciudad y recibe además el apellido ilustre de Mariano Matamoros, me da mucho gusto dar a conocer estos datos históricos correspondientes a la participación de la Mixteca Poblana en esta etapa; por lo que  mediante este viaje a través del tiempo, nos acercamos a pueblos hermanos como:  Acatlán de Osorio, Tehuitzingo, Chila de la Sal, Chiautla de Tapia, Chietla y por supuesto Izúcar de  Matamoros; así como  otras poblaciones pertenecientes a esta tierras mixtecas, por lo que estoy seguro que resultará de sumo interés este artículo.

Tres de los más grandes paladines de la lucha por la Independencia en el Sur fueron: José María Morelos y Pavón, Hermenegildo Galeana y Mariano Matamoros. Este último era cura de Jantetelco, Morelos.

El mismo Generalísimo Morelos, decía que Matamoros era su brazo derecho y Galeana su brazo izquierdo. Matamoros fue, sin duda, el mejor organizador de las insurgentes, pues de chusmas indisciplinadas formó ejércitos entrenados, disciplinados. Su valor era, además, asombroso. Galeana era un ídolo para los soldados, quienes lo seguían y admiraban por su valor temerario.

A mediados de noviembre de 1811, las tropas insurgentes, guiadas por don José María Morelos y Pavón, don Mariano Antonio Tapia, don Nicolás Bravo y don Vicente Guerrero, Hermenegildo Galeana y Valerio Trujano, tomaron Chiautla, defendida por Mateo Musitú, quien fue fusilado en sus allanadas trincheras. De esta victoria se obtuvieron 200 fusiles, parque, caballos, y cuatro cañones, entre los que iba el “Mata – Morelos”.

El 30 de noviembre de 1811 don José María Morelos y Pavón, comisiona a don Miguel Bravo para que organice de manera adecuada a los insurgentes de las Mixtecas, quien para el cumplimiento cabal de su misión ocupa la Villa de Acatlán.

El 9 de diciembre de 1811, el general insurgente José María Morelos envía a don Hermenegildo Galeana a Taxco y a Miguel Bravo y Valerio Trujano a reunirse en la costa con Julián de Ávila “El Costeño” y Mariano Tapia, para que juntos atacaran Jamiltepec, pero Francisco Paris los derrotó en Ometepec. Mientras que el mismo Morelos partía de Chiautla, y en su camino hacia Izúcar, se detiene en la Villa de Chietla para pernoctar junto con sus hombres, uniéndosele vecinos de esta localidad y pueblos cercanos para combatir contra los realistas.

El día 10 de diciembre de 1811, don José María Morelos entró en Izúcar, siendo recibido por los pobladores con grandes muestras de alegría, pues los realistas habían abandonado la plaza ante la inminente llegada de los insurgentes y el 12 predicó un sermón en la misa celebrada en honor a la Virgen de Guadalupe.

El día 13, publicó un Bando sobre “Denuncias de los Bienes Europeos”.

La heroica defensa de Izúcar el 17 de diciembre de 1811 y el triunfo de los insurgentes sobre el ejército realista.

El 16 de diciembre de 1811, Mariano Matamoros, cura de Jantetelco, se une en Izúcar al general Morelos. Avisados los realistas de las pocas fuerzas con que contaban, se designó a don Miguel Soto Maceda, teniente de fragata, para que lo atacase, y lo hizo con 600 hombres escogidos, dos cañones y un obús.

Llevaba como segundo a don Pedro Micheo. Soto llegó a Izúcar el 17 de diciembre de 1811 con el objeto de hacer un reconocimiento, pero instruido de que habían de llegar pronto a reforzar a Morelos, don Leonardo y don Nicolás Bravo quienes se separaron de Galeana en Tecamachalco, resolvió atacar de inmediato. Mandando que Pedro Micheo, con parte de la fuerza, ocupara “El Cerro del Calvario” (en donde hoy se encuentra la Capilla del mismo nombre y que fue ocupado por los realistas para atacar la población. Al frente se encuentra la estación de ferrocarril), y que bajando de aquel punto atacase por la derecha, mientras el mismo Soto lo hacía al frente.

Ambos penetraron fácilmente a las calles, pero llegando a la Plaza (el Zócalo) encontraron en las entradas de ésta parapetos formados de piedra y defendidos por artillería y fusilería; las casas circunvecinas, coronadas de gente, armadas con piedras, hondas y flechas. El asedio duró desde las 10 de la mañana de aquel 17 de diciembre de 1811, hasta las 3 de la tarde. En vano por cinco horas empeñaron el ataque hasta que, habiendo Soto recibido dos heridas mortales de bala, una en la cabeza y la otra en el vientre, tuvo que dejar el mando al capitán don Mariano Ortiz, quien dispuso la retirada, llegando a “La Hacienda de Tatetla”, hasta donde llegaron los insurgentes comandados por el mismo Morelos y también Matamoros.

Aprovechando la oscuridad se presentaron en la noche, atacándolos por la retaguardia y logrando la dispersión de los realistas, quienes abandonaron el obús y el cañón de a 6. Ortiz logró rehacer sus tropas a la altura del “cerro de la Galarza”, pero cayó muerto de un balazo a corta distancia. Al filo de las 10 de la noche, se retiraron los independientes y a las once salió la División bajo el mando de Micheo, llegando a Atlixco a las siete de la mañana con unos doscientos hombres. Soto Murió el 19 de diciembre de 1811 en Huaquechula.

Morelos sólo permaneció 8 días en Izúcar y no se dirigió a Atlixco, sino que tomó el camino para Cuautla, en donde entró el 26 de diciembre. En Izúcar dejó en su lugar a Vicente Guerrero, a José María Sánchez de la Vega, así como a Galeana y a Sandoval. En el camino de Izúcar a Cuautla, se separó Matamoros de Morelos y se dirigió a Jantetelco, con el fin de reunir gente y poder incorporársele después.

De Cuautla, Morelos, se encaminó rumbo a Taxco para encontrarse con Galeana a principios del año 1812. Para entonces, las fuerzas de Calleja se movilizaron rumbo a la Intendencia de Puebla, quedándose en sus linderos. Este movimiento realista obligó a Morelos a regresar a Cuautla, en donde entró el 9 de febrero de 1812.

Segunda defensa de Izúcar, 23, 24, 25 y 26 de febrero de 1812, derrotando los insurgentes a los realistas.

Siguiendo el plan de Venegas de atacar simultáneamente Cuautla e Izúcar, el brigadier Ciriaco del Llano al frente de 2,000 hombres, entre los que se contaban algunos batallones españoles que acababan de llegar de España, atacó Izúcar el 23 de febrero de 1812, con cuatro cañones de cuatro, dos de a ocho y dos obuses. Ocupó parte de la población, pero los ataques fueron rechazados mientras dos columnas de infantería a las órdenes de Andrade intentaban entrar en la Villa, dos veces lo intentó sin conseguir nada, a pesar de que la guarnición la integraban menos de 200 soldados auxiliados por gran número de vecinos de esta ciudad, que armados de hondas y desde la azotea lanzaban piedras sobre los adversarios, repitiéndose estas acciones el 24 y 25 de febrero.

El asedio concluyo el 26 del mismo mes y año, en que Llano se retiró para ir a reforzar a Calleja en Cuautla, pero en su retirada fue incendiando los campos de cultivo cercanos y las casas de las orillas de Izúcar. Y a pesar de que los insurgentes lo persiguieron, logró entrar el 1° de marzo en el campo de batalla de Cuautla.

Batallas de los insurgentes en la Mixteca

El 25 de marzo de 1812, los soldados de Chiautla, bajo las órdenes del coronel don Mariano Antonio Tapia (200 hombres de caballería) sostuvieron un encuentro con los realistas del sargento mayor José Enríquez (800 hombres) en “el cerro del Lizote”, Cuautla (Morelos); los insurgentes se reunieron dejando cuantiosos víveres que iban destinados a los sitiados.  El parte de Enríquez menciona a 300 muertos de los insurrectos. Hubo más asaltos a los realistas de Félix María Calleja del Rey, provocados por don Mariano Antonio Tapia y Don Miguel Bravo.

En Chiautla, Mariano Matamoros se unió a Morelos con la escasa gente que mandaba, y de ahí pasó a Santa Clara, donde se ocupó de organizar su tropa. A fines de junio llegó a Izúcar, donde tuvo conocimiento del Bando publicado el 25 de junio en el cual el Virrey desaforaba a los eclesiásticos que tomaran parte en la revolución.

Para demostrar Matamoros que los insurgentes no vulneraban los derechos de esos eclesiásticos, al Regimiento de Dragones que organizó le dio el nombre de “Apóstol San Pedro” y le asignó por bandera un estandarte negro con una cruz roja semejante a la que usan los canónigos en las ceremonias de la Seña, con la inscripción «inmunidad eclesiástica». Don Manuel Terán fue el auxiliar de Matamoros en Izúcar, y con él consiguió hacer unos regulares y bien montados cañones.

Uno de los más notables episodios de la Guerra de Independencia fue el Sitio de Cuautla. El 23 de enero de 1812, Morelos derrotó en Tenancingo al brigadier Rosendo Porlier y después se retiró a Cuautla de Amilpas (en el hoy Estado de Morelos) para esperar a Calleja. Tenía cerca de 4,000 soldados mandados por Matamoros, Galeana y los Bravo. Los realistas contaban con tres divisiones mandadas por Calleja, Llano y Porlier. Estas fuerzas sumaban 8,000 hombres. Morelos resistió terribles asaltos desde el 18 de febrero hasta el 2 de mayo de 1812, en que, falto de elementos de guerra y de alimentos, rompió El Sitio salvando la mayor parte de sus tropas. La Junta de Zitácuaro felicitó a Morelos por este hecho glorioso.

El 2 de mayo de ese año, a las dos de la mañana, Morelos rompe el sitio y sufre una grave caída de la que se recupera en Chiautla en su estancia de un mes.

El 22 de julio de 1812, por disposición del generalísimo Morelos, salió de Acatlán el mariscal Miguel Bravo con su gente mixteca, y a la vanguardia, el contingente de Acatlán en auxilio de don Valerio Trujano, que con las fuerzas insurgentes que comandaba se encontraba sitiado en Huajuapan desde el  5 de abril por el realista José María de Regules Villasante y el Brigadier Bonavia. Poco antes de llegar a Huajuapan, este ejército fue atacado por el realista Juan Caldelas, impidiéndole llegar ese día a su destino; pero al día siguiente 23 de julio atacó la plaza en combinación con las fuerzas del generalísimo Morelos, quien llegó a Huajuapan procedente de Chilapa en auxilio de las fuerzas de Valerio Trujano, habiendo derrotado a las fuerzas realistas comandadas por José María de Regules Villasante y Juan Caldelas. Regules se retiró de Yanhuitlán y Caldelas murió en el combate.

El 21 de enero de 1813, José María Rodríguez, emisario y espía enviado de Izúcar a Oaxaca, da parte desde Chietla al comandante José Gabriel de Armijo sobre La Toma de la Ciudad de Oaxaca el día 25 de noviembre de 1811 por don José María Morelos, Hermenegildo Galeana, Mariano Matamoros, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria.

Después de un largo relato de las acciones de Morelos, al final le informa que “…por más que procuré indagar las determinaciones de Morelos, sólo estaba disponiendo, según supe, una expedición contra Veracruz. Que de México y Puebla entran allí correos, y también uno de Guadalajara que entró el 23 de diciembre; que en el regreso no encontró embarazo alguno y sólo le aseguraron que en Acatlán y Tlapa hay reuniones. Se afirma allí que Bravo persigue a París y que éste se replegó a Ometepec donde lo tienen cercado Bravo y Ávila, El Costeño”.

El capitán realista Domingo Ortega asaltó la Plaza de Acatlán el 9 de febrero de 1813 con 300 hombres y después de pasar por las armas a 130 indefensos se dedicó al saqueo de la población. Mientras esto sucedía aquí, el generalísimo José María Morelos salía de Oaxaca hacia Acapulco siguiendo la ruta: Huitzo, Nochistlán, Yanhuaitlán, Teposcolula, Tlaxiaco, Putla, Zacatepec, Amuzgos, Cacahuatepec, Ometepec, Cruz Grande y el Veladero.

El 20 de agosto de 1813 es atacado en Piaxtla por fuerzas realistas el Regimiento de San Lorenzo, mandado por el Teniente Coronel Ojeda, designado por Don Ramón Sesma, acción de armas que al perderse le abrió a los realistas la Plaza de Acatlán, en donde Mota, Jefe de Dragones de San Luis Potosí, hizo espantoso saqueo y castigó en diferentes formas a sus pobladores. Este regimiento pertenecía a la División Matamoros, pero estaba bajo las órdenes directas de Don Ramón Sesma, quien designó a Ojeda y lo abandonó a su suerte.

A finales del mismo mes de agosto, el general Mariano Matamoros, proveniente de Oaxaca, de donde salió el día 16, estableció su cuartel General en Tehuitzingo con el propósito de ocupar nuevamente Izúcar, que estaba defendida por una gruesa guarnición realista. Permaneció en el cuartel general en este lugar hasta los primeros días de noviembre de 1813.Por su parte, el insurgente Miguel Bravo fue hecho prisionero por el realista Félix de la Madrid y conducido a Puebla en 1814.

En el curato de la Iglesia de Chila de la Sal, el realista de la Madrid fusiló a don Zenón Valdés, al Sargento Mayor Herrera y don José Antonio Valdieso, Cura de Ocuitulco, el 15 de marzo de 1814.

En la lucha por la Independencia, Acatlán fue escenario de numerosos acontecimientos. El 28 de junio de 1815, Antonio Flon, Conde de la Cadena, se había fortificado en el templo, pero Vicente Guerrero lo desalojó. Al año siguiente, en la Cañada de los Naranjos, este insurgente derrotó a Flon y a Saturnino Samaniego.

Morelos había sido fusilado y parecía que la suerte de los insurgentes iba hacia su ocaso, pero ya era imposible apagar la llama de la libertad en el espíritu de los mexicanos. Fueron pues, fusilados Morelos, Matamoros y Galeana. Sin embargo, quedaba un gran líder en las tierras del sur que vino a reanimar el fuego del patriotismo, Don Vicente Guerrero, nacido en Tixtla en 1783 y que comenzó su carrera militar a las órdenes de Don Hermenegildo Galeana en 1810. Guerrero quedó prácticamente solo, y como jefe del Movimiento.

Izúcar de Matamoros desde 1825

El 29 de octubre de 1825, por Decreto del Honorable Congreso del Estado de Puebla se Concedió al Pueblo de Izúcar el Título de Ciudad de Matamoros (en honor del Cura Don Mariano Matamoros). Dicho galardón y el título de ciudad le fue dado en la Sala de Sesiones, encontrándose esta nominación en el Decreto 155, Tomo 3, folio 102.

Chiautla de Tapia desde 1901

El Gobernador del Estado, don Miguel Sandoval, por Decreto del XVI Congreso Constituyente, a su vez designó a la Villa de Chiautla “Villa de Chiautla de Tapia” el 25 de marzo de 1901, en honor al ilustre don Mariano Antonio Tapia, quien nació en Chiautla el 2 de septiembre de 1776, fue vicario de Tlapa, Guerrero y coronel insurgente, muriendo en el campo de batalla por una bala de cañón en la acción de guerra de San José Chiapa, el 18 de octubre de 1812.

Estas son sólo algunas líneas sobre la Heroica Izúcar de Matamoros, así como de otras también épicas y memorables regiones del sur de nuestra entidad poblana.

Solo nos resta invitarles a revivir el sentimiento patrio en cada uno de nosotros, rindiendo honor a nuestros héroes, adornando la fachada de nuestra casa o negocio, inculcándoles a las nuevas generaciones el amor a nuestra patria y a sus hombres y mujeres que lucharon por nuestra Independencia. Hoy en este 2020, México y el mundo enfrentan los estragos de una contingencia sanitaria a causa del covid-19, por lo que no habrá Grito de Independencia con la asistencia de los miles de mexicanos que abarrotamos las plazas públicas año con año. Sin embargo, eso no debe impedir que desde el punto que nos encontremos, debemos sentirnos más que orgulloso y gritemos con mucho júbilo ¡¡VIVA MÉXICO!!

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