En el municipio de Izúcar de Matamoros, Puebla, al igual que en otros lugares, urge poner orden social.
Ahora que estalló la huelga en varios departamentos del Ayuntamiento izucarense, nos damos cuenta que, gracias a la traición y deslealtad de directores y coordinadores, volvieron un caos el municipio a pocos días de que concluya la presente administración.
Sin embargo, los funcionarios públicos, y quienes están atrás de este movimiento que ya se politizó, no se dan cuenta de que su actuación le está haciendo daño a la ciudadanía y no a las autoridades municipales.
Si partimos del hecho de que fueron los mismos regidores, quienes orquestaron el plan para exigir aguinaldo adelantado, luego de que la presidenta Irene Olea no cedió a sus chantajes para otorgarles un bono de cien mil pesos por fin de trienio, así como licencias de funcionamiento, permisos de uso de suelo y otras prebendas que injustificadamente exigían.
En los tres años que están por concluir los regidores solo se dedicaron a flojear, nunca dieron a conocer sus planes de trabajo ni en corto o mediano plazos, se limitaron a cobrar su quincena.
El grupo de los famosos regidores insurgentes, los cuales se convirtieron en parásitos de la política, se dejaron llevar por su amo y líder Melitón Lozano Pérez, quien continúa cobrando venganza contra la alcaldesa, luego de que no se dejó mangonear, por el susodicho profesor de la esperanza.
El error de Olea Torres, fue tener un buen corazón, ya que en el 2022 cuando hubo el rompimiento con Meli, permitió que varios funcionarios públicos ligados a Lozano Pérez, se quedaran a trabajar en el Ayuntamiento porque en ese momento del conflicto se solidarizaron con ella, sin embargo, al final del trienio terminaron traicionándola y desde Casa Colorada, inició la rebelión.
En el 2023 las finanzas del Ayuntamiento pasaban por sus mejores momentos, por lo que la presidenta izucarense les otorgó 60 días de aguinaldo a todos los trabajadores del Ayuntamiento, pese a que la Ley Federal del Trabajo sólo marca que son 15 días de aguinaldo.
Hoy los trabajadores de diversas áreas de la comuna de Izúcar, no aceptan que, por ser fin del trienio, en la tesorería municipal de Izúcar no hay los recursos para volverlos a apoyar con los 60 días que exigen, mientras que Irene Olea se comprometió a darles 20 días de aguinaldo.
La situación se ha vuelto complicada, luego de la toma de la Casa Colorada, el cierre de calles, y la huelga que ha estallado, que ha provocado que no exista Seguridad Pública, ni servicios de recolección de basura entre otros, la basura se puede ver ya por varias calles.
La palabra orden hace falta ponerla en marcha primero en el mismo Ayuntamiento de Izúcar, con funcionarios desleales que todavía tienen el descaro de pedir quedarse en la siguiente administración.
También falta poner orden en los antros y bares que no respetan los horarios de cierre, dejan entrar a menores de edad, el problema de consumo de drogas, el crecimiento de ambulantes foráneos, y en el tema de inseguridad ni se diga, estamos de mal en peor.
El problema de las motos que no traen placas, ni cascos de protección, transportan a menores de edad sin el menor cuidado, además de los múltiples accidentes que hay a la semana. Además del hecho de que ya sea en motonetas o motocicletas de dudosa procedencia se cometen asaltos y hasta delitos de alto impacto.
Remolino: Las autoridades auxiliares de los barrios, siempre han puesto orden en Izúcar, cuando las autoridades han fallado, hasta han sacado o corrido a presidentes municipales, ahora que hay este problema se les debería de tomar en cuenta para que pongan orden, que es lo que en verdad hace falta en Izúcar…